Durante más de cincuenta años, cada generación de altavoces Jamo ha representado más que un simple avance tecnológico: es un testimonio de nuestra inquebrantable búsqueda de la autenticidad sónica. Esta retrospectiva repasa algunos de los hitos más icónicos de la historia de Jamo, mostrando cómo la artesanía y la innovación se unen para ofrecer experiencias auditivas inolvidables a los amantes de la música de todo el mundo.
La década de 1970: un comienzo prometedor
En la década de 1970, Jamo surgió como una fuerza emergente en la escena de la alta fidelidad, con la Serie J convirtiéndose rápidamente en favorita entre los entusiastas del audio. Estos altavoces reflejaban las líneas limpias y el minimalismo del diseño industrial nórdico, disponibles en chapas de nogal, palisandro y teca de primera calidad. Un acabado de laca cuidadosamente aplicado preservaba el grano natural a la vez que mejoraba la durabilidad.
Lo que realmente distinguía a la Serie J era su innovación centrada en el usuario: controles de volumen ajustables para las frecuencias medias y altas, que permitían un ajuste fino según el tamaño y la distribución de la habitación. Un sistema integrado de protección contra sobrecargas también protegía los controladores limitando automáticamente la salida en caso de volumen excesivo o estrés del amplificador.
La década de 1980: diseñando el futuro
Los años 80 marcaron un período de profunda exploración acústica en Jamo. En el centro de esta era estaba la tecnología CBR (Center Bass Reflex), un sistema de suspensión simétrica de cuatro puntos que controlaba el movimiento del diafragma, reducía la distorsión no lineal y ofrecía graves más limpios y precisos.
Otras innovaciones clave incluyeron el IPPS (Subwoofer Push-Pull Integrado), que incorporaba el subwoofer directamente en el gabinete del altavoz para eliminar vibraciones y garantizar la consistencia tonal en todas las frecuencias, así como un Sistema de Tweeter de Dispersión Controlada que sincronizaba cinco tweeters mediante una estructura de acoplamiento especializada. El resultado: un amplio ángulo de dispersión y una presión sonora uniforme en toda la habitación.
La década de 1990: la edad de oro
Los años 90 marcaron lo que muchos consideran la edad de oro de Jamo. Concert, Classic, Studio y THX se convirtieron en nombres emblemáticos, y muchos de estos altavoces siguen siendo apreciados por audiófilos actuales.
Destacan el altavoz de estantería Concert 8 y el altavoz de pie Concert 11, que definieron la identidad de la Serie Concert. Ampliamente elogiados en Europa y Estados Unidos, contaban con tweeters de cúpula Sonotex, woofers de cono de magnesio y tapones de fase de cobre, ofreciendo agudos cristalinos y graves precisos y contundentes. El bafle negro estaba hecho del compuesto sin coloración patentado de Jamo, diseñado para mínima resonancia y acabado con un aspecto discreto y elegante.
En 1991, Jamo fue la primera empresa de la región EMEA en obtener la certificación oficial THX. El sistema de cine en casa Jamo THX ONE, que incluía altavoces LCR ONE, SURROUND ONE y el subwoofer SW 3015, ofrecía una experiencia cinematográfica en casa, con un sonido potente e inmersivo que rivalizaba con la gran pantalla.
La década de 2000: redefiniendo los límites
En la primera década del siglo XXI, Jamo lanzó el R909, una de sus innovaciones más destacadas. A diferencia de los diseños cerrados tradicionales, el R909 contaba con una estructura abierta que minimizaba resonancias y reflexiones internas, creando un escenario sonoro amplio y natural. Su bafle esculpido de 43 mm, fabricado con MDF en capas, le confería la presencia de una escultura moderna en el hogar.
Sonicamente, el R909 tampoco escatimaba ambición: dos woofers de 15 pulgadas con conos de papel ligeros, un controlador de rango medio de magnesio impulsado por un motor de neodimio patentado y un tweeter de cúpula de seda trabajaban en armonía para superar los desafíos de los graves del diseño de bafle abierto, ofreciendo un sonido rápido, dinámico y expansivo.
La década de 2010: una expresión moderna
En 2014, la Serie Concert fue reimaginada con los modelos C9 y C10, iniciando un nuevo capítulo en la evolución del diseño de Jamo. Liderada por el reconocido diseñador Kieron Dunk, la serie adoptó líneas limpias y sofisticación arquitectónica. Cada modelo fue concebido no solo como un dispositivo de alto rendimiento, sino también como una pieza de mobiliario refinada, complementando de manera natural los espacios modernos.
Detrás del elegante diseño se encontraba un conjunto de tecnologías acústicas avanzadas: Hybrid Composition Conical Cone (HCCC) y Long Displacement Surround (LDS) para menor distorsión y mejor respuesta transitoria, Anti-Diffraction WaveGuide (ADW) y Tweeter Distortion Reduction (TDR) para agudos refinados. El resultado fue un altavoz que fusionaba la claridad y calidez de la herencia acústica danesa con la innovación contemporánea.
Desde un pequeño pueblo nórdico hasta el escenario global, Jamo se ha mantenido fiel a sus raíces, combinando diseño danés con innovación acústica y superando los límites del sonido. Su viaje continúa, escribiendo un cuento de hadas sonoro donde diseño y acústica se convierten en una experiencia perfecta.